Dietas con una alta densidad energética y baja calidad nutricional –ambas características de los alimentos ultraprocesados– están relacionadas con la aparición de enfermedades crónicas no transmisibles . Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades no transmisibles contribuyen a las diez primeras causas de muerte en países de ingresos bajos, medios y altos.
Los cambios sociales y tecnológicos de las últimas décadas han propiciado una modificación en los hábitos alimentarios, especialmente en las sociedades y países industrializados con nivel medio-alto de ingresos.
La conservación y preparación de alimentos ha tenido que adaptarse a nuestro modo de vida actual, en el que disponemos de poco tiempo para hacer la compra y elaborar los platos de la cocina tradicional. Por otro lado, múltiples recursos tecnológicos permiten el procesado del alimento natural con el objetivo de convertirlo en un producto de rápido y cómodo consumo, aunque este procedimiento conlleve un cambio en las características nutricionales del mismo.
De esta forma, la cesta de la compra se llena de productos procesados con un alto contenido calórico, grasas, azúcar y sal, y escaso aporte de nutrientes esenciales: proteínas, fibra y vitaminas. Numerosas evidencias señalan que la alta prevalencia de enfermedades no transmisibles, especialmente obesidad, diabetes mellitus, enfermedad cardiovascular y cáncer se relacionan con el espectacular aumento del consumo de alimentos ultraprocesados (AUP) a nivel mundial.
La clasificación NOVA resulta útil para completar la valoración de los hábitos alimentarios del paciente, y así conocer y aconsejar sobre el consumo de AUP y mitigar sus efectos negativos sobre la salud.
Fuente: Lourdes Carrillo
Lee este interesante artículo escrito por la Dra Lourdes Carrillo y aprende también a leer las equiquetas de los alimentos de forma prácitica y sencilla y así ayudar a tus pacientes