Análogo de insulina de acción prolongada, con un menor riesgo de hipoglucemia que insulina NPH y con una mayor duración de acción (24 horas) que permite su administración una vez al día.
La presentación más concentrada (Toujeo® 300) presenta un perfil más plano y una vida media más larga (36 horas), por lo que presenta un menor riesgo de hipoglucemia y una mayor flexibilidad en el horario de administración que insulina NPH e insulina glargina 100.
Análogo de Insulina de acción prolongada en la que se ha reemplazado la asparagina por glicina en la posición 21 de la cadena A y por la extensión carboxi-terminal de la cadena B por 2 residuos de arginina. Tras su administración forma microprecipitados en el tejido subcutáneo que proporcionan un perfil de concentración plasmática de insulina constante y sin picos. Su acción comienza 1-3 horas tras su administración y se mantiene aproximadamente 24 horas.
La presentación más concentrada (Toujeo®, 300 UI/ml) forma un depósito subcutáneo con un área superficial más reducida, lo que permite una liberación más lenta y prolongada, con una duración de acción de hasta 36 horas.
- Tratamiento de la diabetes mellitus tipo 1 y tipo 2 en adultos. Glargina 100 también puede utilizarse en niños mayores de 2 años.
La dosis se ajusta de forma individual, dependiendo de las necesidades del paciente, de acuerdo a su sensibilidad a la insulina. En personas con diabetes tipo 2 se suele comenzar con 10 unidades, que se pueden administrar a cualquier hora del día, pero todos los días a la misma hora; ajustando posteriormente su dosis hasta conseguir un objetivo de glucemia en ayunas inferior a 130 mg/dl. Toujeo® permite mayor flexibilidad en su administración, hasta 3 horas antes o después de la hora habitual.
- Forma de administración. Existen varias presentaciones en el caso de glargina 100 unidades/ml: viales de 10 ml, cartuchos y plumas precargadas Solostar y Kwikpen. En el caso de glargina 300 unidades/ml (Toujeo®) solamente se dispone de la pluma precargada Solostar. Estas presentaciones deben conservarse en frigorífico a 2-8 ºC hasta el momento de su utilización, y una vez empezadas, mantenerse a temperatura ambiente (hasta 25 ºC) para evitar el dolor del pinchazo, y desecharse a las 4 semanas.
Formas de administración:
- Inyección subcutánea: todas las presentaciones pueden utilizarse para la administración subcutánea, con ayuda de una aguja independiente. Se puede administrar en muslo, pared abdominal, región glútea o deltoidea. Los sitios de inyección deben rotarse entre sí y dentro de una región anatómica.
- Hipoglucemia: es el más frecuente, por lo que se debe de adiestrar al paciente y a sus convivientes acerca de su detección y tratamiento.
- Efectos locales: el más frecuente es el dolor y eritema en el lugar de inyección. La hipersensibilidad generalizada es muy rara con los análogos de insulina. También puede aparecer lipodistrofia por efecto de las inyecciones subcutáneas repetidas, que puede prevenirse rotando el sitio de inyección.
- Hipersensibilidad a la insulina o a alguno de los excipientes.
- Las enfermedades concomitantes, especialmente las infecciones y situaciones febriles, por regla general aumentan el requerimiento de insulina del paciente.
- Insuficiencia renal o hepática: en estos pacientes pueden estar disminuidos los requerimientos de insulina.
- Embarazo: categoría C de la FDA. La insulina no atraviesa la placenta debido a su elevado tamaño molecular y puede utilizarse durante el embarazo. Los requerimientos de insulina usualmente disminuyen durante el primer trimestre, aumentan durante el segundo y tercero y vuelven rápidamente a los valores anteriores después del parto.
- Lactancia: Se desconoce si la insulina glargina se excreta en la leche materna. Puede ser necesario reducir la dosis de insulina.
- Beta-bloqueantes: pueden enmascarar los síntomas de la hipoglucemia, como la taquicardia o el temblor.
- Alcohol: puede intensificar y prolongar el efecto hipoglucémico de la insulina.
- Pioglitazona: se han notificado casos de insuficiencia cardiaca, al parecer por favorecerse la retención de fluidos. Deben vigilarse la aparición de síntomas asociados, como ganancia de peso o edema, y si es necesario suspender la pioglitazona.
- Pueden reducir los requerimientos de insulina: otros hipoglucemiantes, inhibidores de la MAO, beta-bloqueantes no selectivos, IECA, salicilatos o esteroides anabolizantes.
- Pueden aumentar los requerimientos de insulina: anticonceptivos orales, tiazidas, glucocorticoides, hormonas tiroideas, simpaticomiméticos o danazol.
- Octreótida, lanreótida: pueden alterar el control glucémico y aumentar o disminuir los requerimientos de insulina.