Análogo de insulina de acción prandial, con un menor riesgo de hipoglucemia que la insulina regular humana. Su forma ultrarrápida tiene un inicio de acción todavía más precoz que permite mejorar el control, sin aumentar las hipoglucemias.
Insulina de acción rápida, análoga de la insulina humana en la que se sustituye uno de sus aminoácidos por el ácido aspártico. Su comienzo de acción hipoglucemiante por vía subcutánea es entre 10-20 minutos, y su efecto máximo o pico se alcanza en 30-60 minutos, con una duración de acción de 2-3 horas. La formulación de acción ultrarrápida (Fiasp®) contiene nicotinamida que permiten acelerar su absorción subcutánea con un inicio de acción a los 4 minutos.
En comparación con la insulina regular humana, los análogos de insulina rápida tienen las ventajas de un inicio de acción más rápido, por lo que contrarrestan mejor la hiperglucemia postpandrial y presentan un menor riesgo de hipoglucemias retardadas.
- Tratamiento de la diabetes mellitus tipo 1, tipo 2 y gestacional, en adultos, adolescentes y niños mayores de 1 año.
La dosis se ajusta de forma individual, dependiendo de las necesidades del paciente, de acuerdo a su sensibilidad a la insulina, nivel de glucemia previo a la ingesta y al número de raciones de hidratos de carbono de la comida. En personas con diabetes tipo 2 se suele comenzar con 4 unidades y se puede administrar al inicio o al finalizar la ingesta; ajustando posteriormente su dosis hasta conseguir un objetivo de glucemia postprandial inferior a 180 mg/dl.
- Forma de administración. Existen varias presentaciones, viales de 10 ml, plumas precargadas FlexPen (Novorapid®) y FlexTouch (Fiasp®) y cartuchos Penfill y PumpCart (Novorapid®), todos a concentración de 100 unidades/ml. Estas presentaciones deben conservarse en frigorífico a 2-8 ºC hasta el momento de su utilización, y una vez empezadas deben mantenerse a temperatura ambiente (hasta 25 ºC) para evitar el dolor del pinchazo, y desecharse a las 4 semanas.
Formas de administración:
- Inyección subcutánea: Todas las presentaciones pueden utilizarse para la administración subcutánea, con ayuda de una aguja independiente. Se puede administrar en muslo, pared abdominal, región glútea o deltoidea. Los sitios de inyección deben rotarse entre sí y dentro de una región anatómica.
- Perfusión subcutánea: los viales y los cartuchos PumpCart pueden utilizarse para la administración en perfusión subcutánea mediante bomba de insulina, preferentemente en la pared abdominal.
- Vía intravenosa: los viales pueden utilizarse para la administración IV directa o bien en perfusión IV diluidos en suero fisiológico.
- Hipoglucemia: es el más frecuente, por lo que se debe de adiestrar al paciente y a sus convivientes acerca de su detección y tratamiento.
- Efectos locales: el más frecuente es el dolor y eritema en el lugar de inyección. La hipersensibilidad generalizada es muy rara con los análogos de insulina. También puede aparecer lipodistrofia por efecto de las inyecciones subcutáneas repetidas, que puede prevenirse rotando el sitio de inyección.
- Hipersensibilidad a la insulina o a alguno de los excipientes.
- Las enfermedades concomitantes, especialmente las infecciones y situaciones febriles, por regla general aumentan el requerimiento de insulina del paciente.
- Insuficiencia renal o hepática: en estos pacientes pueden estar disminuidos los requerimientos de insulina.
- Embarazo: categoría B de la FDA. La insulina no atraviesa la placenta debido a su elevado tamaño molecular y puede utilizarse durante el embarazo. Los requerimientos de insulina usualmente disminuyen durante el primer trimestre, aumentan durante el segundo y tercero y vuelven rápidamente a los valores anteriores después del parto.
- Lactancia: no hay limitaciones en el tratamiento. Puede ser necesario reducir la dosis de insulina.
- Beta-bloqueantes: pueden enmascarar los síntomas de la hipoglucemia, como la taquicardia o el temblor.
- Alcohol: puede intensificar y prolongar el efecto hipoglucémico de la insulina.
- Pioglitazona: se han notificado casos de insuficiencia cardiaca, al parecer por favorecerse la retención de fluidos. Deben vigilarse la aparición de síntomas asociados, como ganancia de peso o edema, y si es necesario suspender la pioglitazona.
- Pueden reducir los requerimientos de insulina: otros hipoglucemiantes, inhibidores de la MAO, beta-bloqueantes no selectivos, IECA, salicilatos o esteroides anabolizantes.
- Pueden aumentar los requerimientos de insulina: anticonceptivos orales, tiazidas, glucocorticoides, hormonas tiroideas, simpaticomiméticos o danazol.
- Octreótida, lanreótida: pueden alterar el control glucémico y aumentar o disminuir los requerimientos de insulina.